frs. Ausentarse impensadamente, de ordinario por huir de un riesgo o compromiso.
El origen de esta expresión podría estar relacionado con los privilegios otorgados por Fernando III el Santo a los judíos de Villadiego, a quienes se prohíbe detener o hacer daño bajo fuertes penas. Villadiego fue una ciudad refugio para los judíos en épocas de persecución. La expresión existe incluso en portugués.
Otra versión defiende que la expresión original era “tomar las calzas de Villadiego” (aparece en La Celestina de Hernado de Rojas), pues Fernando III el Santo obligó a los judíos a llevar un distintivo para que fueran reconocidos a simple vista y estuvieran mejor protegidos. ORIGEN
El origen de esta expresión podría estar relacionado con los privilegios otorgados por Fernando III el Santo a los judíos de Villadiego, a quienes se prohíbe detener o hacer daño bajo fuertes penas. Villadiego fue una ciudad refugio para los judíos en épocas de persecución. La expresión existe incluso en portugués.
Otra versión defiende que la expresión original era “tomar las calzas de Villadiego” (aparece en La Celestina de Hernado de Rojas), pues Fernando III el Santo obligó a los judíos a llevar un distintivo para que fueran reconocidos a simple vista y estuvieran mejor protegidos. ORIGEN
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