Dinastía europea a la que han pertenecido varios monarcas alemanes y británicos desde el siglo XI hasta el siglo XX. Es la antigua Casa de Baviera, también conocida en español como de los Weilfos o Güelfos. Junto a sus enemigos, los gibelinos, dominaron la vida política italiana de los siglos XIII y XIV, tradición o recuerdo que persistió hasta el siglo XVI. Los güelfos eran partidarios de la Iglesia y la política papal, mientras que los gibelinos fueron defensores de la política de los Emperadores.
Sus miembros más antiguos conocidos vivieron en Lombardía en el siglo IX. El primer miembro destacado de esta rama fue Güelfo IV, quien heredó las propiedades de la Antigua Casa de Welf cuando su tío materno Güelfo, duque de Carintia murió en 1055. En 1070, Güelfo IV se convirtió en duque de Baviera. Éste contrajo matrimonio con la condesa Matilde de Toscana, que murió sin hijos, dejando a su viudo todos sus dominios, entre ellos Toscana, Ferrara, Módena, Reggio, lo que tendría un importante papel en la querella de las investiduras. Puesto que los Welfos tomaron partido por el Papa en esta ocasión, los partidarios del Papa pasaron a ser conocidos en Italia como "güelfos".
El antagonismo entre los Waiblingen y los Welf culminó cuando, a la muerte de Lotario II (1137), su yerno el Welf Enrique el Soberbio obtuvo Sajonia, mientras que Conrado III Hohenstaufen se convertía en Emperador (1138-52). El sobrino de éste, Federico I Barbarroja (v.) despojó al hijo de Enrique el Soberbio, Enrique el León, de Sajonia y Baviera (1181), hecho que arruinó momentáneamente a los Welf. Pero Otón IV, hijo de Enrique el León, se convirtió en Emperador después de la muerte de Enrique VI, gracias al apoyo de Inocencio III (v.), acérrimo enemigo de los Staufen. Desde entonces, Otón IV fue llamado corrientemente el Güelfo, mientras que su rival Federico II fue conocido por el Gibelino. Hacia mediados del s. XII, esta rivalidad dinástica, estrictamente alemana, había trascendido ya a Italia, donde las continuas luchas de los comunes entre sí se vieron cristalizadas en torno a estos dos grupos.
La casa de Welf continúa existiendo, aunque desde 1918 se quedó sin reino. La reina Victoria I fue el último representante de los Welfos en el trono británico. Su jefe actual, llamado, como muchos de sus antepasados, Ernesto Augusto (Ernesto de Hannover), es más conocido por ser el tercer y actual marido de Carolina de Mónaco.
güelfismo.
1. m. Actitud y doctrina de los güelfos.
El antagonismo entre los Waiblingen y los Welf culminó cuando, a la muerte de Lotario II (1137), su yerno el Welf Enrique el Soberbio obtuvo Sajonia, mientras que Conrado III Hohenstaufen se convertía en Emperador (1138-52). El sobrino de éste, Federico I Barbarroja (v.) despojó al hijo de Enrique el Soberbio, Enrique el León, de Sajonia y Baviera (1181), hecho que arruinó momentáneamente a los Welf. Pero Otón IV, hijo de Enrique el León, se convirtió en Emperador después de la muerte de Enrique VI, gracias al apoyo de Inocencio III (v.), acérrimo enemigo de los Staufen. Desde entonces, Otón IV fue llamado corrientemente el Güelfo, mientras que su rival Federico II fue conocido por el Gibelino. Hacia mediados del s. XII, esta rivalidad dinástica, estrictamente alemana, había trascendido ya a Italia, donde las continuas luchas de los comunes entre sí se vieron cristalizadas en torno a estos dos grupos.
La casa de Welf continúa existiendo, aunque desde 1918 se quedó sin reino. La reina Victoria I fue el último representante de los Welfos en el trono británico. Su jefe actual, llamado, como muchos de sus antepasados, Ernesto Augusto (Ernesto de Hannover), es más conocido por ser el tercer y actual marido de Carolina de Mónaco.
güelfismo.
1. m. Actitud y doctrina de los güelfos.
güelfo, fa.
1. adj. En la Edad Media, partidario de los papas contra los gibelinos, defensores de los emperadores de Alemania. U. t. c. s.2. adj. Perteneciente o relativo a los güelfos.
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