Benito de Nursia (San)

Patriarca de los monjes de occidente (Nursia c. 480 – Montecassino, después de 547).
Los únicos testimonios antiguos que se poseen de él son la Regla transmitida tradicionalmente bajo su nombre y el segundo libro de los Diálogos de San Gregorio Magno, escritos entre los años 593 y 594, cuyo valor histórico es muy problemático. Según este libro, nació en Nursia, de familia distinguida; estudió en Roma retórica, filosofía y derecho, pero se retiró pronto cerca de Roma para llevar vida ascética. Se le unieron varios discípulos y los agrupó en doce monasterios de doce miembros. No hay seguridad sobre la autenticidad de sus restos mortales. Pablo VI lo proclamó patrón de Europa.
    Este es San Benito, según un fresco del siglo VI que se conserva en el claustro del monasterio de Subiaco, en Italia. 

    regla de san Benito.  f. Regla monástica atribuida a san Benito, cuya autenticidad no ha sido nunca puesta en duda razonablemente. Compuesta a mediados del siglo VI, probablemente en Monntecassino, consta de 73 capítulos precedidos de un largo prólogo.
    No pretende innovar, sino ser un compendio de lo mejor de la tradición monástica de los llamados Padres del desierto: san Basilio, san Pacomio, san Casiano… Su principal y más famoso mandato es ora et labora, y presta especial atención al aprovechamiento estacional de la luz para equilibrar el trabajo con la meditación, la oración y el sueño. La regla daba autoridad de patriarca al abad del monasterio que al mismo tiempo tenía la obligación de consultar con el resto de la comunidad los temas más importantes. Fueron los discípulos de san Benito los encargados de difundirla por toda Europa. 

benedictino, na.
1. adj. Perteneciente o relativo a la regla u orden de San Benito. Apl. a pers., u. t. c. s.
2. m. Licor que fabrican los frailes de esta orden.
   Es un licor a base de hierbas que se produce en Francia. Su receta incluye veintisiete plantas y especias. En 1510, en la abadía de Fécamp de la orden benedictina en Normandía, un monje llamado Dom Bernardo Vincelli desarrolló la receta de un elixir aromático. La bebida se produjo en la abadía hasta que la receta se extravió durante los tiempos turbulentos que vivió la abadía durante la Revolución francesa. En 1863, Alexandre le Grand, redescubrió la receta y comenzó a producir el licor bajo la marca "Bénédictine"; la compañía que él fundó continuó produciendo el licor hasta la actualidad. VER

benito, ta.
1. adj. benedictino. Apl. a pers., u. t. c. s.

Benito (San).

1. n. p. Geogr. Condado de California situado en las montañas de la Cordillera de la Costa estadounidense. Se formó en 1874 con partes del de Monterrey y tomó el nombre del río y valle del mismo nombre, río y valle nombrados en 1772 por el sacerdote español Juan Crespí. En la actualidad cuenta con más de 55.000 habitantes.
2. n. p. Geogr. Río de la costa central de California (Estados Unidos) que tiene una longitud de 175 km. En verano su lecho se suele secar. Fue nombrado por el padre Juan Crespí en 1772. VER

benitoíta.

1. f. Miner. Raro mineral, BaTiSi3O9, silicato de titanio y bario, que fue descrito por primera vez en 1907 por George D. Louderback, quien la nombró así porque se encontró cerca de la cabecera del río San Benito, en California. En 1985 fue nombrada joya oficial del estado de California. Es incolora, azul, púrpura o rosada, hexagonal y dureza 6’5 en la escala de Mohs. VER

sambenitar.
1. tr. Poner a alguien el sambenito de los penitentes reconciliados.
2. tr. Infamar, desacreditar.

sambenito.
1. m. Capotillo o escapulario que se ponía a los penitentes reconciliados por el Tribunal eclesiástico de la Inquisición. VER 

     colgar el sambenito.  expr. u. en español con el sentido de señalar a alguien como culpable de una falta que no cometió. Sobre el origen de esta expresión, hay quien afirma que se habría originado en el “saco bendito”, un abrigo de lana con que se arropaba a las víctimas de la Inquisición que confesaban sus “faltas” y se declaraban arrepentidas. Según esta tesis, que aparece ya en Covarrubias (1611) y es endosada por la Real Academia, “saco bendito” habría pasado a “san bendito” y luego a sambenito. Venía vestido con una sobrepelliz blanca, que llegaba a las pantorrillas, sobre un jubón sin mangas a manera de sambenito, de cuero colorado (José de Acosta, Historia natural y moral de las Indias, 1570).
     Sin embargo, Corominas, apoyándose en documentos del siglo XV, afirma que el sambenito era en realidad el escapulario de la orden de los benedictinos, que se colgaba al cuello de los condenados por la Inquisición. De modo que en su origen, colgar el sambenito debe haber significado señalar a un culpable y no culpar a un inocente.
2. m. Letrero que se ponía en las iglesias con el nombre y castigo de los penitenciados, y las señales de su castigo.
3. m. Descrédito que queda de una acción.
4. m. Difamación.