Emperador romano así llamado aunque su nombre era Marco Aurelio Antonino Basiano (Lyon 188 – Carrhae 217).
Su padre, Septimio Severo le nombró augusto junto con su hermano Geta, al que asesinó. Fue muy sanguinario (mandó matar a más de 20.000 personas) pero no persiguió a los cristianos, quizás porque había sido educado por ellos. Restableció la falange, mandó construir sus famosas termas y aseguró la frontera del norte. Fue asesinado por un soldado.
caracalla.
1. f. Prenda de vestir de origen galo, a manera de sobretodo, adoptada por los romanos.
Su uso fue introducido en Roma por Basiano, el hijo de Septimio Severo, que por este hecho tomó el sobrenombre de Caracalla. Este emperador hizo esta prenda obligatoria entre los soldados y ordenó que no se presentaran sin ella en sus recepciones los hombres del pueblo. En Roma cambió de forma esta prenda y se hizo más larga (caracalla antonina, o sea, la impuesta por el emperador) sin dejar de llevarse la corta propia del estilo galo como es en el edicto de Diocleciano, que habla de la caracalla mayor (hasta los talones) y de la minor.
2. f. Peinado que estuvo de moda en el siglo XVIII.
Su padre, Septimio Severo le nombró augusto junto con su hermano Geta, al que asesinó. Fue muy sanguinario (mandó matar a más de 20.000 personas) pero no persiguió a los cristianos, quizás porque había sido educado por ellos. Restableció la falange, mandó construir sus famosas termas y aseguró la frontera del norte. Fue asesinado por un soldado.
caracalla.
1. f. Prenda de vestir de origen galo, a manera de sobretodo, adoptada por los romanos.
Su uso fue introducido en Roma por Basiano, el hijo de Septimio Severo, que por este hecho tomó el sobrenombre de Caracalla. Este emperador hizo esta prenda obligatoria entre los soldados y ordenó que no se presentaran sin ella en sus recepciones los hombres del pueblo. En Roma cambió de forma esta prenda y se hizo más larga (caracalla antonina, o sea, la impuesta por el emperador) sin dejar de llevarse la corta propia del estilo galo como es en el edicto de Diocleciano, que habla de la caracalla mayor (hasta los talones) y de la minor.
2. f. Peinado que estuvo de moda en el siglo XVIII.
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