De origen aristocrático, fue gobernador de África en el 67 y, acabado su mandato, se le procesó por corrupción, lo que impidió que se pudiera presentar para cónsul en el 65. Entonces fraguó una conspiración para asesinar a los cónsules y suprimir a los senadores más influyentes (con el probable apoyo de Craso y César). El plan no llegó a ponerse en práctica, y el gobierno no halló pruebas contra los conjurados. Absuelto de la acusación de corrupción, presentó su candidatura en el año 63 pero fue derrotado por la oposición, que prefirió a Cicerón. Se presentó por tercera vez para el 62 con la promesa de anular las deudas, por lo que obtuvo el apoyo del pueblo bajo, de los arruinados campesinos y de los veteranos de Sila. Al ser derrotado otra vez sus partidarios se levantaron en armas. Cicerón, tras una célebre estratagema, consiguió demostrar quiénes eran los seguidores de Catilina, quienes fueron inmediatamente ajusticiados sin pasar por la curia. Catilina, arrinconado en Pistoia, murió luchando contra las tropas de Cayo Antonio.
Sólo se conoce la personalidad de Catilina a través de las críticas de Salustio (ver su obra La conjuración de Catilina) y Cicerón, sus enemigos acérrimos, que lo trataban de corrupto y perverso.
Sólo se conoce la personalidad de Catilina a través de las críticas de Salustio (ver su obra La conjuración de Catilina) y Cicerón, sus enemigos acérrimos, que lo trataban de corrupto y perverso.
catilinaria.
1. adj. y s. Se dice de las oraciones pronunciadas por Cicerón contra Catilina.
2. f.
Escrito o discurso vehemente dirigido contra alguna
persona.Catilinarias es el nombre dado a los cuatro discursos
pronunciados por Cicerón contra Catilina cuando era cónsul en noviembre y diciembre de 63 a.C. El primero es famoso por su exordio ex abrupto: “¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?”
catilinario.
1. adj. Dícese del escrito o discurso vehemente dirigido contra alguna persona.
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