m. Metal. Consistía
en soplar aire a presión en el fondo de la cuchara donde se colaba el
arrabio. El aire hace reaccionar su oxígeno con el silicio, luego el
carbono, seguidamente del fósforo, los cuales son impurezas del hierro
de la fundición. La reacción del oxígeno y el silicio es altamente
exotérmica, lo que hacía que el metal se siguiera fundiendo sin
necesidad de gastar más combustible. ORIGEN
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