Ruinas del asclepeion de Cos. |
Los peregrinos dormían toda la noche y contaban sus sueños a un sacerdote al día siguiente; éste prescribía una cura, a menudo una visita a los baños o a un gimnasio. Fueron famosos el de Epidauro (Peloponeso) y el de la isla de Cos (que se hallaba en un bosque consagrado a Apolo). ORIGEN
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