1. adj. Se dice de una pieza cómica de los latinos, semejante al entremés o sainete. U. m. c. s. f.
Eran verdaderas farsas en dialecto osco, con personajes convencionales: Maccus, el glotón; Pappus, el anciano; Sannio, el bufón; Dosyennus,
el jorobado. Los papeles no eran representados por actores
profesionales: se ponían de acuerdo en la trama previamente y luego iban
improvisando. La farsa fue importada a Roma, según Tito Livio, en 391
a. C.; allí, se representaban al final del espectáculo, después de la
tragedia. En el siglo I a. C., en tiempo de Sila, dos poetas, Novio y
Lucio Pomponio de Bolonia, contribuyeron a darles forma literaria.
Según
Suetonio, Calígula hizo quemar vivo a un actor por ridiculizarlo en una
farsa atelana. El género alcanzó su máxima popularidad en tiempo de
Adriano y Trajano y se siguieron representando con éxito durante el
Imperio. Sus tipos tradicionales se convirtieron en antecedentes de los
personajes de la comedia italiana. ORIGEN
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